Que es y qué fue Chispa

Cuando se tiene la oportunidad de diseñar y construir un instrumento como fue CHISPA, nos encontramos en una especie de arenero, nos encontramos experimentando y confrontando con la realidad de nuestros niños. Descubrimos que aprendimos a dar a atención a la diversidad, a los estilos de aprendizaje diversos que tienen los niños. Y encontrarnos que la revista la leía toda la familia.

Por otro lado el encuentro de “especialistas” realizando un trabajo interdisciplinario. Hoy en día la labor de alfabetización, no solo es aprender a leer y escribir, sino también aprender a argumentar. Y cuando se tiene la oportunidad de acordarse de los que colaboramos en esta empresa, descubrimos que seguimos aprendiendo de los recuerdos.

Allá en el año cuando se fundó la Revista Chispa, en 1981. Nos veníamos reuniendo desde un año antes una colección de colegas, entre los que estaban el Ing. Guillermo Fernández de la Garza, el Dr. Enrique Parada, la amiga Guadalupe Zamarrón, Alejandra Jáidar,… y claro don Juan Manuel Gutiérrez Vázquez. Mañanas completas de sábados que con ayuda del café nos dábamos a la tarea de pensar y buscar cómo llegar a la mente de los niños de esa época. Partíamos de una pregunta ¿Cómo llamar la atención de los niños para fomentar su vocación por la ciencia? La respuesta se dio cuando se fundó la Revista Chispa.

Juan Manuel nos platicaba sobre su experiencia cuando le tocó coordinar al equipo que diseñó los libros de texto gratuito sobre Ciencias Naturales. Textos escolares que se hicieron y siguen manufacturándose para todos los niños de nuestro país de educación primaria. El apostaba al reconocimiento de esos pequeños interlocutores. Nada de que “cuando seas grande entonces te diré la verdad científica”. Sino que su propuesta era darle una estructura a los contenidos científicos que se pusieran en los libros de “forma espiral”. Recuerde amigo lector que estoy hablando de memoria. Esto de “forma espiral” era que un determinado concepto o ley se le daba tal cual a alumnos de primero de primaria. Claro, respetando al alumno y no aburrirlo con información, ni agobiarlo con el vocabulario o código científico. Lo que resultaba novedoso, es que el mismo tema se repetía en los niveles subsecuentes, hasta el sexto grado creciendo su contenido y profundidad.

Cuando recordamos esto, consecuencia de la solicitud que atiendo con este escrito y como experiencia a considerar en las propuestas actuales para la enseñanza y el aprendizaje del quehacer de la ciencia en la educación básica, y observamos el comportamiento y escuchamos los juicios y preguntas que hacen los niños de hoy. Podría yo concluir que esa colección de revistas en la que participó Juan Manuel, como miembro del consejo consultivo, estaba dando con la pauta con la que hay que llamar la atención a los niños y niñas de nuestro país. El ejemplo, cuando nos cuestionamos si hablamos del mundo microscópico de la Naturaleza con ellos y ellas. Si nos conflictuamos como educadores cuando enviamos a los niños a lavarse las manos cuando las tienen sucias o cuando es el momento preciso para pasar a la mesa a comer, y no tenemos el microscopio adecuado para mostrarles a esos seres microscópicos: los virus y las bacterias. ¿Estamos seguros de que los niños de hoy no saben nada o no comprenden nada de este mundo microscópico?

Para responder a esta pregunta podría yo decir lo siguiente, por un lado que bueno que se tuvo la contingencia sanitaria en nuestro país en los meses de abril y mayo de este 2009. Ya que los niños cuando regresaron a la escuela tenía la suficiente y en algunos casos, más información que un médico que invitó la directora de una escuela primaria y a la que tuve la oportunidad de asistir. Pero también, que malo con ese tipo de epidemias que no deberían ocurrir en un país como el nuestro con tantos habitantes, además, que nos pone a los profesores y profesoras contra la pared sobre ¿qué contenidos son los pertinentes a nuestros alumnos de hoy, sujetos inmersos y participantes directos en esta problemática de salud social? Donde en dicha reunión con el médico, le hacían preguntas con un fondo científico y que demostraban una preocupación por las temáticas de la ciencia dura y actual, ligando ésta a la sociedad donde viven. Los niños observan, predicen, otra vez observan, dialogan entre ellos y explican como una persona científica entrenada. ¿Es por esto que la política educativa actual en nuestro país es que se desarrollen competencias en los alumnos? Esto es, que los alumnos tengan competencias para encontrar resultados y respuestas ellos mismos. Y ¿En qué actualizar y capacitar a los docentes?